Emociones y regulación

Las emociones y su regulación son fundamentales en nuestra vida, nos ayudan a regular nuestra conducta y a responder a las situaciones a las que nos enfrentamos.

Todas las emociones son necesarias y tienen su función para la supervivencia. Las emociones surgen con un propósito: sirven para promover conductas y para tomar decisiones. Existen las emociones básicas o primarias (se desarrollan al poco tiempo de nacer y son innatas) y las secundarias (son una combinación de las anteriores y necesitan más tiempo)

EMOCIONES PRIMARIAS

  • Miedo: nos prepara para la huida, evitación o protección ante un peligro. Lo relacionamos con la alerta y tiene que ver con la supervivencia.
  • Tristeza: es la más aversiva de todas las emociones, lo que activa nuestra parte social y la empatía en los demás, generando un mayor acercamiento. Puede surgir por una perdida personal, emocional, de expectativas…
  • Alegría: cuando todo va bien o sucede algo que nos gusta. Nos ayuda a relacionarnos con los demás y a conseguir trabajar por nuestros objetivos.
  • Ira: aparece cuando creemos que algo no es justo, sobrepasan nuestros límites o nos frustramos. Suele ser la que esta peor vista socialmente, ya que se relaciona con agresión, por ello es importante aprender otros modos de gestionarla.
  • Asco: aparece cuando se nos presenta algo contaminado o que nos puede hacer daño y que tenemos que evitar.
  • Sorpresa: es la emoción de las situaciones inesperadas. Nos lleva a explorar y a salir de nuestra zona de confort. Sin ella no haríamos nada nuevo.

REGULACIÓN EMOCIONAL

La regulación emocional es la interacción de 6 fases dependientes del contexto:

  • Ser consciente. Identificar las emociones y hacer matices de cada situación y sentimiento.
  • Identificar y categorizar correctamente. Nos ayudará a saber el propósito de esa emoción. Por ejemplo, esto que siento es miedo y quiere decir que estoy ante una situación peligrosa por lo que tengo que estar atento.
  • Identificar que causa mantiene la emoción. Nos ayuda a entender el significado de una emoción desagradable y así poder asumirla. Así mismo nos aporta información sobre que estrategias pueden resultar eficaces.
  • Aceptar las emociones desagradables cuando sea necesario. Cuando no podemos hacer nada para cambiar la situación y por lo tanto, nuestra emoción no va a cambiar.
  • Anticiparse. Abordar y afrontar situaciones que pueden desencadenar situaciones negativas y con ello malestar emocional. Así mismo, entender que algunas van a formar parte de un objetivo a largo plazo y que son necesarias para llegar a ello.
  • Darse autoapoyo en situaciones estresantes. Esto incluye:

-la autocompasión que ayuda a tratarse con empatía y reduce la autocrítica.

-el autoestímulo que consiste en motivarse para emprender acciones relacionadas con el objetivo

-la autoinstrucción activa que consiste en planificar las acciones necesarias para conseguir lo que queremos, aunque al principio suponga acciones dolorosas.

Las habilidades para aceptar y tolerar las emociones son las que están más relacionadas con el bienestar emocional y con el éxito en la regulación emocional.

Lorena Ramon

Psicología Clínica Almeria

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